Fundamentación
En los últimos años las organizaciones sociales en Chile y Latinoamérica han iniciado un proceso de profesionalización y tecnificación de sus servicios y programas. Sin embargo, aún se encuentran lejos de ofrecer una imagen consolidada de eficiencia y eficacia(Rodríguez & Ríos, 2007). Uno de los mayores desafíos continúa siendo la generación de sistemas de evaluación confiables, válidos y multidimensionales, que permitan reflejar la complejidad de los fenómenos sociales que se pretende intervenir, por ejemplo, integrando diversas fuentes de información (Matus, 2007). Parte de las dificultades es la carencia de instrumentos de evaluación con propiedades psicométricas adecuadas, pertinentes y de utilidad práctica en el ejercicio cotidiano de los programas sociales y que, al mismo tiempo, favorezcan y faciliten la labor de los investigadores. Para avanzar se requieren herramientas de evaluación que capturen la estructura ecológica del funcionamiento familiar (Belsky, 1993; Stockhammer, Salzinger, Feldman, Mojica & Primavera, 2001), permitiendo ponderar fortalezas y déficit en diversas dimensiones (por ej., conocimientos, actitudes y conductas) y facilitando dar respuesta simultánea a las preocupaciones de los sistemas de bienestar y protección infantil, servicios de salud mental y sistemas de justicia fa miliar y/o juvenil, en cada país. Una alternativa que se ha estado utilizando de forma paulatina en variados programas en nuestro país es la Escala de Evaluación del Funcionamiento Familiar NCFAS-G, cuya validación fue realizada el año 2010 con usuarios de la Red SENAME
Valor del curso: $35.000
Docente
Docente María Magdalena Muñoz, Mg. PUC, Directora académica de FIPI, certificada como entrenadora en la NCFAS. Co-autora de la escala E2P y del modelo ODISEA. Docente UAH, ha publicado sobre apego e intervención en infancia.